lunes, 25 de enero de 2010

Sobreinformación y profesionalidad periodística

La sobreinformación permite que los gabinetes de comunicación y los intereses de las empresas para las que trabajan configuren las agendas mediáticas de los mass media. Se hace literalmente inabarcable para el periodista manejarse, trabajar con semejante cantidad de información, y se ve obligado a aceptar en la medida de lo posible la información que estos le transmite. ¿Cómo hablar de profesionalidad periodística cuando estos no tienen tiempo ni de contrastar, ni de recontextualizar ni de comprender siquiera el propio acontecimiento? Si los medios crean la "agenda de discusión social" (a cerca de qué se debate en los bares y en los lugares de trabajo,...), entonces debería, al menos, crearse un lugar, un espacio y un tiempo para la discusión y el diálogo entre los propios profesionales de la comunicación (que se ocupan de las agendas mediáticas) para ver qué es lo realmente relevante, noticiable, actual, próximo a los consumidores-receptores-lectores del propio medio... y para ello... ¿no deberiamos poder confiar en estos profesionales de la comunicación, por medio, como ya se ha dicho de un "contrato fiduciario" entre el receptor y el emisor? Pues yo creo que sí, y que para ello estos "profesionales" se merecen y deben adquirir una buena formación basada en la múltiple comprensión de los diferentes contextos en los que se vaya a trabajar, además, por supuesto, de contar ya previamente con la capacidad necesaria de comprender, escuchar y comunicar.

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